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23 de agosto, 2021

Cortar cebollas sin llorar a veces puede ser un desafío, por eso en este artículo te traemos los consejos básicos para evitarlo.

Primero debemos entender por qué lloramos cuando cortamos cebollas. La respuesta tiene una sólida base científica, es decir, cuando se corta una cebolla, se libera una molécula llamada propanol, y esta molécula se libera de una sustancia llamada hidrolasa.

Esta molécula varía de 50 a 90 centímetros cuando se expulsa y es extremadamente volátil, lo que hace que ingrese por la nariz al respirar.

Ahora bien, ¿qué podemos hacer para cortar cebollas sin llorar?

1. Deja enfriar las cebollas.

Debes haber notado esto antes, pero cuando cortas las cebollas sacadas de la nevera, ¿lloras menos? Si la cebolla la tienes a temperatura ambiente, la anilasa saldrá con más facilidad en ese líquido que suelta la cebolla al cortarla, mientras que si la cebolla la has tenido un rato en la nevera, saldrá menos sustancia al cortarla.

2. Abre el extractor.

El gas volátil que se libera al cortar una cebolla será absorbido por la campana extractora, por lo que otro truco es abrirlo y acercarse al cortar una cebolla.

3. Mojar el cuchillo y la cebolla con agua fría.

Este es quizás el truco más famoso. Cuando cortes la cebolla, puedes remojar el cuchillo y la pieza que quieras cortar en agua fría. Sin embargo, no merece la pena hacerlo una sola vez, sino que hay que repetirlo en cada corte. Si vas a cortar muchas cebollas, puede que esta no sea la mejor técnica porque tienes que mojar el cuchillo y las cebollas en cada corte, y se puede hacer eterno.

4. Mete el cuchillo en el congelador unos minutos.

Este truco solo es adecuado en verano o para personas que no tienen frío nunca. Es similar al anterior, pero en este caso solo necesitas meter el cuchillo en el frigorífico unos minutos para empezar a cortar. Además, debes recordar que el cuchillo pierde su frialdad, por lo que su efectividad será menor.

5. Siempre ayuda tener un buen cuchillo.

Lo más importante es tener un buen cuchillo. Lo ideal es comprar un cuchillo para cortar verduras y afilarlo con frecuencia. Muchas veces, apenas nos damos cuenta de esto, pero con el uso, el cuchillo se desafilará y producirá cortes más bruscos en la comida. En el caso de las cebollas, estos cortes más intensos hacen que el alimento destruya sus fibras, expulsando así sustancias que nos hacen llorar. Por supuesto, si su cuchillo es bueno y afilado, el corte será más limpio y se liberará menos material.

Y tu, ¿tienes algún truco que no hayamos comentado para evitar llorar al cortar cebolla?